Panza de burro narra la amistad de dos niñas en un pequeño pueblo de las Islas Canarias, en España, a esa edad fronteriza y mágica entre el ocaso de las muñecas y el despertar sexual. Dos amigas que crecen en una isla entre perros, cuestas y helechos, bajo un cielo siempre nublado color «panza de burro» y al cuidado de abuelas implacables, mientras los padres trabajan en la construcción y las madres, haciendo el aseo.
En el universo de Panza de burro nada queda afuera: el descubrimiento del mundo y la incipiente sexualidad, la amistad y el amor, la precariedad, la naturaleza, la sabiduría de los libros y las personas, pero también de las supersticiones y las creencias populares; todo se retrata para contar un mundo periférico. Y para ello, Andrea Abreu realiza un prodigioso trabajo con el lenguaje, zarandeando el castellano e inventando una poderosa lengua literaria gracias a una intrepidez lingüística inaudita por su frescura, su inteligencia, su pulso poético y su falta total de miedo.
«Panza de burro es como la marea. Es una fuerza de la naturaleza. Te arrastra. Te sumerge. Y, de pronto, te deja en medio de un mundo isleño, rico y profético, de mujeres y nubes bajas, grises, confundidas con el mar. Es pura poesía.»
PILAR QUINTANA
«Desgarrado por una profunda emoción literaria me he adentrado en Panza de burro (…) Una sorprendente novela que contagia, un relato bellísimo en el que hay candor y abandono y hay ternura. »
LUIS MARIA ANSON, EL CULTURAL
«Con un oído musical absoluto para la oralidad, la escritora revienta las costuras de la gramática para trascenderla, en un zarandeo que le sienta muy bien al castellano.»
OLGA MERINO, EL PERIÓDICO